KOISHI

Koishi: un amuleto con alma

Koishi significa “pequeña piedra” o “poesía de amor” en japonés. Es un nombre que refleja su esencia: un recordatorio de que en lo simple reside lo extraordinario.

Para mí, Koishi es mucho más que un amuleto. Es un símbolo de compromiso contigo misma, de superar los desafíos que nos separan de nuestra esencia, de amarnos desde lo profundo y reconectar con nuestra luz.

Japón, un lugar que llevo en el alma, me inspiró este diseño. Allí aprendí a valorar el respeto, el silencio y el cuidado consciente del cuerpo, el templo de nuestra alma. Este amuleto también honra a una señora que un día me llamó Koishi. Me dijo que tendría muchas “pequeñas piedras preciosas”. En aquel momento, pensé en hijos, pero hoy entiendo que hablaba de mis amuletos, mis Koishi, pequeños tesoros para cuidar y sostener.

Los cristales aliados para trabajar con esta pieza:

Rodonita: El cristal que abraza tu corazón y te acompaña a sanar desde el amor. Invita a la paz, despierta la compasión y abre el camino al perdón, contigo misma como punto de partida. Es una guía para transformar el dolor en aprendizaje y abrazar el amor incondicional.

Cuarzo claro: Tallado en forma triangular, amplifica la energía de la rodonita, intensificando su vibración  y su conexión con tu interior.

Ambos trabajan juntos para sostenerte, como un “koala de amor propio” que te acompaña y te cuida en tu día a día.

Cada Koishi incluye además un símbolo cargado de significado:

La media luna, que refleja los ciclos de la vida, la intuición y la transformación. Nos recuerda que, como la luna, pasamos por fases que nos guían al crecimiento y la renovación.

La flor de loto, emblema de pureza, equilibrio y fuerza interior. Nos inspira a superar las aguas turbias de la vida para florecer en plenitud.

Ambas versiones llevan una lunita y una flor de loto respectivamente al final de la cadena, me gusta la idea de completar el amuleto con este pequeño detalle.